29 de junio de 2025
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La derrota anticipada de Claudia frente a la CNTE

Por Diego Petersen

Ni en el diván ni en la política los lapsus son inocentes. El de ayer de la Presidenta Claudia Sheinbaum es digno de análisis psicológico y político. Tras quejarse larga y amargamente en la Mañanera de la actitud de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), una Presidenta de cara larga concluyó: “No se puede dialogar si ellos no escuchan nuestros argumentos. No va a haber represión, lo que pedimos es diálogo”.

Antes eran los presidentes quienes magnánimamente ofrecían el diálogo a los grupos inconformes; ahora, por increíble que parezca, la Presidenta lo pide. El asunto no es menor; la declaración muestra claramente quién trae la sartén por el mango. La Coordinadora no ha hecho sino exigir una promesa de campaña de Claudia: derogar la ley del Issste de 2007 y el sistema de pensiones de 1997. Nadie le puso la pistola en la cabeza para que lo prometiera, ella solita se metió en el embrollo, porque así son las campañas, un derroche de irresponsabilidad de todos los candidatos, pero que solo tiene costo para el que gana.

La CNTE parece haberle tomado la medida al Gobierno de Sheinbaum. Entre más los consiente, más alto le tiran en sus demandas. A nadie sorprende que la Coordinadora actúe así: llevan años siendo los mismos y haciendo lo mismo. No son más de diez por ciento de los maestros del país y, sin embargo, sus protestas tienen mucha visibilidad porque saben hacerlo, saben que protesta que no incomoda no es tomada en cuenta. Lo que resulta sorprendente es la incapacidad de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, y del secretario de Educación Pública, Mario Delgado, para adelantarse a los problemas. Si el asunto le está reventando en la cara a la Presidenta es porque tiene un gabinete incapaz de hacer su chamba.

A la Presidenta no se le ocurrió mejor idea que lanzarles lo que para ella es el peor insulto: parecen de derecha. El problema para la Presidenta es que, a estas alturas del partido, no hay salida ganadora para ella. Si el Gobierno logra desarticular la protesta, será a cambio de prebendas que, sin embargo, dejarán insatisfecha la demanda original: derogar la ley de pensiones tal como lo prometió en campaña. Y, como quedó en evidencia en la Mañanera de ayer, la única que tiene prisa por resolverlo es ella, no los maestros, que están muy curtidos en la protesta.

Por lo demás, a nadie parece importarle un comino que haya 20 mil niños sin clases. Tanto para la Coordinadora como para el Gobierno federal, que los alumnos de las comunidades rurales de Oaxaca y Guerrero lleven casi un mes sin recibir educación es un tema sin importancia: la Presidenta ni siquiera los ha mencionado.